ERRESERBA

Aparte del terreno de Amazanga, poseen también unas 1000 hectáreas en el parque nacional de Sangay, cerca del rió Llushin. Allá tienen una casa con una candela y suelen ir a pescar o a enseñar a sus amigos e hijos la vida de la selva. En el futuro, se plantean la idea de trasladar hasta allá toda la comunidad.

En Amazanga, trabajan por mantener sus tradiciones y revalorizar su cultura e identidad frente a la globalización y homogenización occidental. Luchan por su cosmovisión kichwa, por su selva, y lo hacen contra petroleras, madereras y todo aquel que quiera explotar a la pachamama. Luchan por que sus derechos como indígenas kichwas sean reconocidos y respetados. Para que sus costumbres, su idioma y su cultura sean valoradas tanto como merecen.